miércoles, 12 de junio de 2019

LAS VIRTUDES DEL GOBERNANTE


A manea de premisa, es necesario señalar que el que Gobierne debe poseer el conocimiento previo y la experiencia en la res pública. Sin embargo, carezca de uno de otro, es imprescindible que pruebe tener la capacidad de pasar de la idea a la acción, y transformar a acción en los resultados esperados.
En tal sentido, ¿cuáles son esas capacidades, o virtudes, que debe tener un Gobernante? Antes de dar respuesta al asunto que nos interesa, debemos definir “capacidad” como el conjunto de conocimientos y habilidades orientados a la consecución de un propósito. Sabiendo esto podemos  pasar a listar dichas capacidades.
Ideología: La ideología es un conjunto de ideas relacionado a la política. Dentro del marco del presente trabajo, se considera como ideología al conjunto de Visión, Misión, Axiomas, Valores y Objetivos  -pero también a su expresión a través de mitos, historias y símbolos- de un individuo o colectivo. Si bien es cierto a la Ideología no se le puede considerar como conocimiento o habilidad, pero si a la capacidad que una persona tiene de desarrollar este elemento. 
La ideología, por una parte permite explicar el mundo y su funcionamiento (en términos sociales y económicos); y por otro brinda a la población y el camino que se debe recorrer para llegar hasta ese lugar.
La habilidad de hacer “Ideología” por parte del Gobernante, incluso del candidato, es entrañable en estos tiempos, en lo que nuestros políticos carecen de una; y por tanto, son zarandeados por modas, caprichos, e intereses personales o de ciertos grupos.
Pragmatismo: Tan importante como tener una ideología, es la capacidad de transformar esas ideas en acción. La Ideología te provee de un “porqué” y varios “qué”; sin embargo, es necesario que el Gobernante también de respuesta a los “cómo”.
Es común que los gobernantes crean que con decretos y leyes se gobierna. Por ejemplo, aprobar una ley mediante la cual se disponga que el Estado cubra los gastos médicos de los ciudadanos que hayan sufrido accidentes cerebrovasculares; ¿cómo el Estado financiará ese gasto adicional? ¿De los bolsillos de quiénes saldrá el dinero? Otro ejemplo es la reforma del Servicio Civil, que si bien es cierto comenzó con pie derecho, últimamente se ha visto retrasado. Todas estas ideas en el papel se veían bien, pero confrontada con la realidad es otro asunto.
Por tanto, es importante que estas ideas  sean susceptibles de ser transformadas en acciones, y estas en los resultados que el Estado espera alcanzar. Al final, parafraseando al francés Danton, sólo necesitamos tres cosas: acción, acción y más acción.
Liderazgo: es la habilidad de alinear los intereses individuales hacía la consecución de un fin común. El líder planifica, organiza, dirige y controla; a la vez que persuade, inspira y motiva.
No es líder aquel que lleva a su pueblo a vagar durante treinta años con la esperanza de llegar a la tierra prometida. El verdadero líder debe tener resultados tangibles; caso contrario, es sólo un demagogo y los demagogos suelen ser embaucadores.
Comunicación: Otras de las habilidades que debe tener un Gobernante es la de comunicar sus ideas con claridad, de tal manera que incluso un niño le entienda. Esto no significa que deje de lado ideas complejas, sino que estas mismas las exprese de tal modo que se hagan entendible. Además, sospechemos de aquel que no sabe explicar un asunto, puesto que talvez ni el mismo lo comprenda.
Negociación: el principio fundamental de la economía es que las necesidades son ilimitadas y los recursos son escasos. En tal sentido, será muy frecuente que el Gobernante priorice algunas políticas a costa de otras. En este punto radica la importancia de la negociación: ustedes hoy se quedan afuera en la repartición del pastel; pero qué les puedo dar mañana para que acepten esta condición. El Gobernante debe ser capaz de negociar con los distintos grupos de interés; sin embargo, aplazar una promesa o la satisfacción de una necesidad no significa que la deje en el olvido. Hay que cumplir lo que se promete.
Conocimientos: como bien dijimos el Gobernante debe tener conocimiento sobre la administración púbica, pero también sobre Economía (macro y micro), Estadística, Historia (Universal y Nacional), Realidad Nacional, Relaciones Internacionales, Sociología, algo de Filosofía, y por su puesto Política.

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